Cómo medir el impacto social y cultural de tu organización

El impacto social como objetivo principal para tomar decisiones acertadas en tu organización
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En mayor o menor medida, el impacto social es un aspecto importante para las entidades integradas en el tercer sector. La mayoría de ellas tratan de conseguirlo en su entorno.

Sin embargo, para gestionarlo correctamente han de medirlo y cuantificarlo, como apoyo para plantear y alcanzar objetivos. Conocer cómo debes cuantificarlo para evaluarlo social y culturalmente es un conocimiento importante si diriges o gestionas asociaciones, ONGs o clubes. Por ello, en este contenido queremos instruirte en esta dirección.

Qué es el impacto social

El impacto está llamado a ser una métrica determinante al analizar cómo se desenvuelve una organización social. La tecnología se convierte en la mejor aliada para monitorizar y medir esta realidad; si no lo haces, acabarás perdiendo la confianza de tus públicos.

Desde un punto de vista técnico, lo podríamos definir como las acciones de las entidades que afectan a la comunidad. Dicho de otro modo, el cambio derivado de una intervención concreta.

Es, por lo tanto:

  1. Un conjunto de efectos sobre las personas y las comunidades.
  2. La consecuencia de una acción, proyecto, iniciativa, actividad, plan, política o programa de actuación.

En buena lógica, las organizaciones pretenden que su impacto resulte positivo para el bienestar de la comunidad. Entre los posibles ejemplos que ilustran sobre este aspecto, ten presente los siguientes:

  • Estilo de vida o modo en que se interrelaciona, se trabaja, se estudia o se vive en las zonas de influencia.
  • Sanidad y bienestar. Más allá de evitar o frenar la presencia de afecciones y enfermedades, supone elevar los niveles de bienestar globales.
  • Aspectos culturales, en términos de costumbres, creencias comunes, valores e idiomas.
  • Conformidad y cambio sociales. Son factores como la cohesión, el carácter, la estabilidad, los servicios, etc.
  • Sistemas políticos. Cómo participan los ciudadanos en las decisiones institucionales y qué niveles democráticos están disfrutando.

Para qué sirve este ítem

Tres son los principales fines positivos que reporta conseguir impactar socialmente en el entorno:

  1. Mejora y adecuación del servicio y las actividades realizadas.
  2. Posibilidad de comparar los logros alcanzados con otras entidades semejantes.
  3. Información valiosa para comunicar la diferencia y atraer nuevas inversiones.
  4. Contenido de referencia para tomar las decisiones más importantes.

En realidad, el impacto cultural y social es una herramienta de cambio, un atributo capaz de transformar el mundo. Evidentemente, la capacidad de influencia de una organización del tercer sector depende de muchos aspectos. Por ejemplo, la disponibilidad económica, la masa social y su habilidad para impulsar proyectos impactantes.

Con todo, recuerda que muchos pocos hacen un mucho. Es decir, la suma de múltiples pequeñas iniciativas puede llegar a producir efectos imparables. O, simplemente, aunar modestos avances positivos que, todos unidos, mejoran la realidad.

Dado que las personas y organizaciones del tercer sector tienen una finalidad no lucrativa, centrada en mejorar la sociedad, impactar es el camino. Se convierte así en un rasgo importante para cualquier asociación u organización humana.

Qué son las métricas de impacto y otras claves de medición

Estas métricas son el conjunto de los indicadores preestablecidos, cuya función es medir y evaluar la actividad social con objetividad y de forma comparable.

Son ítems que sirven para identificar e interpretar qué está ocurriendo. Además, te capacitan para comunicar esa realidad a los diferentes públicos interesados: socios, inversores, patrocinadores, beneficiarios, etc.

La realidad es incuestionable: medir el impacto generado en una sociedad es una cuestión compleja. Requiere esfuerzo, método, herramientas e inversión de tiempo, a menudo también de dinero. El punto de partida es definir con precisión qué objetivos se persiguen y, a partir de ahí, articular los medios y localizar los datos requeridos.

Cómo empezar a medir tu impacto en la sociedad

Te presentamos a continuación los ocho pasos esenciales para poner en marcha un sistema de medida de este factor. Si lo sigues, estarás avanzando en la dirección adecuada:

  1. Prevé qué impacto puedes llegar a generar, tanto voluntaria como involuntariamente.
  2. Marca y concreta tus objetivos. Necesitas poder medirlos y que sean alcanzables; han de ser realistas, específicos y circunscritos a un plazo determinado. Además, cada nuevo reto social que pretendes alcanzar ha de ser coherente con tu filosofía organizacional, tu misión y tu visión.
  3. Reconoce a tus stakeholders. O sea, identifica qué individuos y entidades están involucradas con tu asociación y son afectados por tus decisiones. Prepara una matriz para plasmar su involucramiento, actividad, cercanía y sus mejores líneas de actuación.
  4. Estudia y valora los datos disponibles. Generar esos indicadores y recoger la información apropiada es la clave de toda medición. Aprovecha los que ya existan y decide muy bien cómo obtener los que faltan.
  5. Define y aplica una metodología apropiada. Este elemento unificador resolverá las dudas y agilizará el procedimiento.
  6. Establece qué recursos se pueden dedicar al proceso, y empieza a hacerlo efectivamente.
  7. Concreta los indicadores y mantenlos en el tiempo, para que con posterioridad puedas comparar lo obtenido.
  8. Revisa y actualiza todos estos elementos conforme vayas obteniendo resultados en las mediciones realizadas.

Claves de la evaluación de impactos sociales

Cuando te propones llevar a cabo esta iniciativa, existen seis piedras angulares que debes colocar cuanto antes:

  • Establecer qué clase de impacto estás generando con tu organización. Lo primero es concretar si resulta positivo o negativo, intencionado o casual, directo o indirecto. Asimismo, debes conocer qué importancia real tiene para tus grupos de interés.
  • Seleccionar un estándar de referencia. Todavía no existe ninguno globalmente definido, pero sí hay distintos marcos de medición disponibles.
  • Reconocer qué aspectos o facetas hay que evaluar. Tomando en consideración los propósitos y objetivos propios, selecciona una métrica concreta para cada elemento de estudio. También has de tener en cuenta las expectativas, necesidades y preferencias de tus grupos de interés.
  • Validar la información recabada. Asegúrate de que tus fuentes y tus datos son verídicos, fiables, precisos y completos. Revisa esos contenidos y sus procedencias para evitar sesgos o interpretaciones erróneas.
  • Decidir y pasar a la acción. Es el momento de actuar, decidir y plantear nuevas medidas, tanto estratégicas como métricas. Corrige o replantea las actuaciones que no están dando resultado y refuerza los que cuentan con mayor importancia para tu entidad.
  • Comunicar y compartir. Identificados los impactos sociales generados, compartir este conocimiento y compararlo con otros periodos, entidades o circunstancias te aporta informaciones muy jugosas. Para lograr una mejora continua, este sistema ofrece enormes posibilidades.

Cómo medir este impacto

La medición y evaluación del impacto en las sociedades tiene que responder a tres grandes cuestiones:

  • Quiénes se están beneficiando de tus actuaciones.
  • Cuántas personas forman ese colectivo de beneficiarios.
  • De qué modo lo están haciendo.

Sí o sí, resulta necesario compilar gran cantidad de datos, procedentes de múltiples orígenes, fuentes, entidades y lugares. El apoyo tecnológico se convierte en un aliado irrenunciable. Así, el sistema de gestión de datos de Berrly es uno de los apoyos en los que puedes basarte.

De manera adicional, has de apoyarte en otros sistemas de software más específicos, que permitan monitorizar y rastrear esta capacidad de impacto. Estas tecnologías te aportan interesantes prestaciones:

  • Sustentan las métricas en evidencias.
  • Facilitan información útil y rigurosa en tiempo real, casi al instante.
  • Garantizan tu soberanía de los datos.
  • Elevan su seguridad.

En la práctica, requieren de estas herramientas de evaluación un gran abanico de organizaciones:

  • Entidades financieras.
  • Grandes empresas, nacionales y multinacionales.
  • Instituciones y agencias gubernamentales.
  • Asociaciones, clubes y fundaciones filantrópicas.
  • ONG y otras modalidades sin ánimo de lucro que tienen interés en monitorizar y saber cómo influyen en los otros.

Algunas herramientas para medir impactos sociales

Hemos seleccionado, y comentamos a continuación, algunas herramientas útiles para llevar a cabo estas investigaciones. Son excelentes apoyos para completar las que te proporcionamos en Berrly:

  • Cuantix. Es especialmente conocida en América Latina, ya que incluye un banco validado de indicadores para medir iniciativas sociales. Permite generar informes y encuestas de manera automática en ámbitos como la formación, el ahorro y los microcréditos, el empleo, el emprendimiento y las diferencias de género.
  • LiveImpact. Alcanza los máximos niveles de automatización, integración e inteligencia. Ofrece funciones variadas, como gestionar donaciones automáticas, disponer de páginas de eventos y analizar datos de los públicos o de los socios.
  • Sinzer Impacto Social. Emplea procedimientos de investigación cualitativos y cuantitativos para recopilar datos, establecer métodos de evaluación y contar con más herramientas.
  • Socialsuite. Simplifica mucho la gestión del impacto, porque recopila datos de manera automática y admite un centenar de metodologías métricas. Lo mejor es que te permite medir y monitorizar la influencia de tus programas y servicios en la comunidad y el medioambiente.
  • Sopact. Sirve para cuantificar, administrar y poner en común con facilidad el impacto generado. Es una aplicación de uso sencillo que aporta métricas, realiza encuestas, hace búsquedas inteligentes y ahonda en fuentes de numerosas procedencias.

Las metodologías de medición más empleadas

Ante la confusión inicial existente al abordar cómo medir y establecer el impacto social alcanzado, se han desarrollado varias metodologías que es importante conocer. Vamos a presentarte cuáles son las principales.

Teoría del cambio

Sirve para analizar el efecto de causa entre las acciones de una organización y el impacto generado. Es una hoja de ruta basada en analizar de atrás a delante, desde los objetivos futuros a los actores y las estrategias necesarios.

Estos son sus pasos:

  1. Concreta tus objetivos a largo plazo.
  2. Define y desarrolla tus estrategias, tras analizar los recursos disponibles.
  3. Mapea la causalidad. Es decir, conecta las causas y los efectos entre lo aplicado y sus consecuencias.
  4. Plantea y analiza suposiciones. Son hipótesis de lo que puede ocurrir que es preciso comprobar y revisar después.
  5. Mide con indicadores de cambio.
  6. Analiza los resultados.

SROI o social return of investment

Se asigna un valor monetario a los impactos generados, por lo que se mueve en términos de coste-beneficio.

Este método te exige:

  1. Definir el alcance de tu análisis.
  2. Identificar quiénes son tus skateholders y cuáles han de formar parte del estudio.
  3. Hacer un mapeo de resultado, similar al de la teoría del cambio.
  4. Seleccionar los elementos más significativos y asignarles un valor.
  5. Establecer el impacto logrado. Apóyate en qué situación tendrían esos elementos sin la actividad de tu asociación u ONG. Y también en qué otros aspectos ha influido ese impacto en esos resultados.
  6. Calcular el SROI, dividiendo el valor actual del total del impacto neto por el valor total de la inversión.
  7. Informar periódicamente.

IRIS+ (GIIN)

Es un catálogo de métricas orientadas a medir actuaciones sociales, financieras y medioambientales. GIIN ofrece una plataforma online con indicadores y métricas organizados por sectores o categorías. Aunque no se puede considerar una metodología propiamente dicha, es una herramienta muy valiosa para este fin.

EVPA

La European Venture Philanthropy Association desarrolló en 2015 una metodología para gestionar, controlar y medir los impactos. Básicamente, pretendía crear una guía estándar para hacerlo

Este fue el procedimiento propuesto:

  1. Fijar objetivos y metas.
  2. Analizar los stakeholders o grupos de interés.
  3. Medir los resultados, tanto sobre los objetivos específicos como en términos de benchmarking.
  4. Verificar y valorar el impacto. Para ello, recomienda el uso de analíticas comparativas de los competidores y encuestas o entrevistas.
  5. Informar a los destinatarios adecuados.
  6. Realizar un seguimiento del impacto.

Por qué medir el impacto social

Medir, mejorar y comunicar cómo y hasta qué punto se están logrando los objetivos sociales planteados es una oportunidad para tu asociación. Sin duda, se convierte en una ventaja competitiva incontestable en cuatro focos evidentes:

  • Personas a las que estás ayudando.
  • Socios.
  • Grupos de interés.
  • Inversores, patrocinadores y colaboradores económicos.

Además de colocarte en una situación de preferencia y superioridad frente a las entidades que no estudian el impacto, aporta otra ventaja. Se convierte en una fuente de información excelente para saber cómo dirigir la organización.

Esos datos, indicadores, análisis y conclusiones ofrecen una mirada cierta de la realidad, extraordinaria para basarse en ella para decidir con eficacia. La incertidumbre y el desconocimiento son tus peores acompañantes al planificar y adoptar decisiones estratégicas. Estos estudios te despejan el camino.

En definitiva, medir el impacto social y cultural de tu organización es inaplazable. Debes empezar a hacerlo cuanto antes, si no has empezado ya, y dedicar los recursos adecuados. En términos de engagement con tus socios, conexión con la realidad y servicio a la sociedad, no pospongas esta actividad.

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